Cuando estamos lejos de los nuestros unos días puede que ni hablemos más allá del “ya he llegado”. Pero, ¿qué pasa cuando esas estancias se alargan? Hoy,en NH Hotel Group, hablamos sobre qué supone la distancia para aquellos que marchan a menudo, o los que se quedaron lejos.
Porque hay muchas cosas que se echan de menos. Esas pequeñas cosas que cuando te vas de puente o una semana de vacaciones no añoras, pero que si pasas más de un mes fuera de tu tierra empiezas a echarlas mucho de menos. Esta es la lista de cosas que cuando nos vamos fuera acabamos deseándolas con todas nuestras fuerzas:
La comida. Imprescindible. Ya puedes irte a Italia, a China o a Bolivia. Vayas donde vayas no se come como en casa, ni los alimentos ni las preparaciones son las mismas. El jamón, las croquetas, la paella, el bacalao… seas de donde seas tendrás morriña de degustar el plato típico de tu región.
El sol. Sobre todo los que sois de Madrid para abajo y viajáis a zonas en las que es posible no ver el sol durante semanas lo notáis mucho y lo echáis muchísimo de menos. Si eres de Gijón, Vigo o Bilbao igual lo notas menos.
Cenar tarde. Otra típica costumbre española. Aquí estamos acostumbrados a cenar a las 10 de la noche, algo absolutamente impensable en el resto de Europa y el mundo.
Las persianas. No, no es un objeto universal. Cuando viajas fuera por primera vez y llegas a tu habitación te das de bruces con la realidad: en el resto del mundo no hay persianas. Tendrás que volver a casa para disfrutar de ese objeto que te quita la claridad y te protege del frío.
Los teclados de ordenador. Esperamos y deseamos que no seas periodista escribiendo en castellano en el extranjero. Porque con las eñes y las tildes tendrás un gran problema.
La fregona. Sobre todo si eres un poco manazas y decides derramar algo o estropear la lavadora. Sí, la fregona es invento español. Demos gracias al bendito palo que sujeta la bayeta.
El pincho de tortilla. O las tapas en general. Lo de pedir una caña y que venga acompañado de un detallito en forma de comida es algo que no te encontrarás en tu peregrinaje. Aunque bueno, los vascos están acostumbrados, pero ellos echarán de menos sus pintxos.
El tomate frito. Algo que nunca imaginarías. Ese ingrediente que llevas viendo toda la vida en tu casa te las vas a ver y desear para encontrarlo. Tus macarrones nunca sabrán igual.
El humor. Ahora que se estrena la segunda parte de 8 apellidos vascos nunca está de más recordarlo. Aquí tenemos nuestros chascarrillos, y por mucho que sean de cada zona en toda España hacen gracia y se entienden, y si ello lleva lugar a confusiones mucho más. Cuéntale un chiste de Lepe a un británico, a ver lo que opina.
El pan. Aunque la globalización llega a todo el mundo, salvo que estés en Francia, echarás de menos tu cachito de pan para untar las comidas.
El café. Si estás en Colombia, o en Italia pidiendo un capuccino no tendrás pega. Pero depende en qué lugar del mundo te encuentres puedes probar cosas que ellos llaman café y que para ti sea agua caliente con sabor repugnante.
La siesta. No podíamos despedir este artículo sin mencionar una costumbre “Typical Spanish” como es la siesta. Lo de echarse una cabezadita después de comer es algo de aquí, y una de las cosas que más puedes echar de menos si estás acostumbrado.
Estas son algunas de las costumbres y cosas que echarás de menos seguro si estás fuera de casa, de Erasmus o trabajando en el extranjero. Pero te recordamos que si tienes visita, o simplemente estás de vacaciones, tienes cualquier hotel de NH Hotel Group esperándote para hacerte la vida más fácil y que eches de menos tu casa lo menos posible.